600 g de restos de cocido (jarrete de ternera, carne de gallina o pollo)
1 cebolla
30 ml de aceite de oliva
100 g de mantequilla sin lactosa
2 cucharadas de harina Farina Schär
2 cucharadas de harina fina de maíz (Maicena)
Leche entera sin lactosa templada lo que admita ( aprox. 1 litro)
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Para rebozar:
Huevos
Harina Farina Schár
Pan rallado Gratí de Schär
Para freír:
Abundante aceite de oliva virgen
Calentamos en una sartén el aceite de oliva y doramos la cebolla picada.
Incorporamos la mantequilla.y cuando esté derretida añadimos las 4 cucharadas de harina y tostamos junto a la cebolla, sin dejar de remover.
Cuando ya tenga un color doradito, añade la leche poco a poco hasta obtener una bechamel espesita y veáis que se despega de la sartén.
Añadimos la carne del cocido desmenuzada y mezclamos. Añadimos sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Ponemos la masa en una manga pastelera con una boquilla de 24 mm de diámetro y dejamos en la nevera un mínimo de 8 horas o de un día para otro.
Para formar las croquetas, pon en un plato el pan rallado, en otro plato el huevo batido y en otro la harina.
Apretamos nuestra manga pastelera y hacemos un churro, cortaremos con tijeras nuestras croquetas a la medida que nos guste.
Pasamos la croqueta por harina, huevo batido y pan rallado. Y las vamos colocando en un plato.
En este momento tambien tenéis la opción de colocarlas en una fuente y congelar las. Una vez congeladas las ponemos en bolsas para almacenar las mejor en el congelador.
En una sartén con abundante aceite freímos las croquetas, hasta que estén doradas por ambos lados.
Colocamos en un plato con papel absorbente para quitar el aceite sobrante.
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